EL PODER DE UNA CANCIÓN
Y los cantautores que las escriben
By Steven Curtis Chapman
El primer concierto al que asistí fue Andraé Crouch y The Disciples. Gané entradas para el programa en un concurso de radio y fue muy emocionante ver a Andraé y su gran banda y escuchar las canciones inspiradoras que había escrito como "Jesus Is the Answer" y "“My Tribute (To God Be the Glory)". Otra canción que tuvo un profundo impacto en mi vida es "Rise Again", de Dallas Holm. Cuando tenía 10 años, mi familia y yo asistimos a una Cruzada de David Wilkerson en Mayfield, Kentucky, y escuchamos a Dallas cantar su canción recién escrita. Las palabras y la música realmente me conmovieron y plantaron una semilla en mi corazón. Años más tarde, cuando comencé a escribir canciones, Dallas se convirtió en una gran influencia en mi desarrollo inicial como compositor.
Las canciones tienen una forma misteriosa de entretejer en tu corazón y alma. Una canción como "Awesome God" de Rich Mullins me da una comprensión más profunda y una idea de quién es Dios. Recuerdo haber comprado un CD de Rich Mullins una vez y no tenía un reproductor de CD conmigo, así que solo leí la letra. Me conmovió tanto el poder de la poesía que escribió.
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Uno de los dones profundos que la música cristiana tiene más allá de cualquier otro género musical es que combina el poder del impacto emocional de una canción con la capacidad de llevar la verdad de las Escrituras a un lugar aún más profundo en nuestros corazones. Comencé a escribir canciones porque descubrí que la mejor manera de ocultar algo en lo profundo de mi corazón era adjuntarle música. ¿Cuántas veces nos hemos encontrado cantando una canción en la radio que ni siquiera sabíamos que sabíamos? Una canción que no hemos escuchado en 20 años llega a las ondas y estamos cantando junto con alguna canción antigua porque estaba oculta en nuestro corazón. Lo sorprendente de la música cristiana es que puedes hacerlo con la verdad de la Escritura y encontrarla grabada en tu corazón. Pienso en la canción de Amy Grant, "The Word", con la letra directamente de la Biblia, "Tu palabra es una lámpara a mis pies y una luz a mi camino". Esa canción hizo que mucha gente cantara las Escrituras
La primera canción que escribí se llamó "Well Done" y se inspiró en la historia de la Biblia en la que el maestro dejó varios talentos con sus sirvientes y volvió más tarde para ver cómo habían usado o invertido los talentos que les habían dado. . Si usaban sus talentos sabiamente, él decía: "Bien hecho, buen siervo y fiel". Eso realmente me impresionó cuando era un adolescente al pensar que Dios me había dado ciertos talentos de la música y que quería poder usarlos de una manera que Dios pudiera decir: "Bien hecho". Creo que en el centro de todos los compositores cristianos es una comprensión de que Dios nos ha confiado un regalo y lo mejor que podemos esperar es usar ese regalo de una manera que cuando el Maestro regrese, Él pueda decir: "Bien hecho, tú Siervo bueno y fiel, has invertido tu don y tu talento sabiamente para Mi gloria. No lo escondiste ni lo desperdiciaste ni lo enterraste. Lo usaste para mi gloria y no para la tuya. Cuando escribimos una canción nos damos cuenta de que en realidad es mucho más grande que nosotros. Realmente es Dios invitándonos al proceso creativo, por lo que nos convertimos en cocreadores con Él y eso es realmente una experiencia humillante. Una fuente interminable de inspiración para mí es mi esposa Mary Beth y nuestros seis hijos. Mi fe y mi familia están entrelazadas en mi música mientras aprendemos a vivir la gracia de Dios aquí en la tierra.
A veces, las canciones que nacen de una profunda tristeza y dolor pueden traer curación y renovación. "I Will Be Here" es una canción que escribí sobre mi amor y compromiso con Mary Beth después del divorcio de mis padres.
Y ahora es una canción que se ha cantado en miles de bodas.
No hace mucho, Mary Beth y yo estábamos haciendo cola en el Consulado de los EE. UU. En Guangzhou, China, donde todas las familias adoptivas tienen que presentarse para aparecer y reconocer que toda la información que han presentado sobre su hijo es verdadera. Luego le dan una visa para que traiga a su hijo a casa. Estábamos haciendo cola con nuestra nueva hija, María, y todo un grupo adoptivo entró y se puso detrás de nosotros. Un esposo y una esposa que sostenían a una niña china se nos acercaron y nos dijeron: “Hoy estamos en la fila sosteniendo a esta pequeña niña porque vinimos a tu concierto hace tres años y cantaste 'When Love Takes You In'. Ahora aquí Estaremos en China al otro lado del mundo con esta pequeña niña y te agradecemos por eso ”. Solo pensé, Wow, ahora eso es bastante sorprendente. Aquí estamos al otro lado del mundo y esa familia está aquí por el poder de lo que esa canción les comunicó y cómo Dios la usó en sus vidas.
Probablemente lo más alentador y complementario que he escuchado a la gente decir a lo largo de los años es que mis canciones les han dado las palabras cuando no sabían qué decir o cómo rezar, o no sabían cómo expresar cómo se sentían. Entonces, los compositores ayudamos a dar voz a los espíritus de quienes escuchan nuestras canciones. Ese es un regalo increíble que Dios nos ha dado.
Mi oración por ti es que te acerques a nuestro maravilloso Salvador mientras lees la historia detrás de estas canciones.
La primera canción que escribí se llamó "Well Done" y se inspiró en la historia de la Biblia en la que el maestro dejó varios talentos con sus sirvientes y volvió más tarde para ver cómo habían usado o invertido los talentos que les habían dado. . Si usaban sus talentos sabiamente, él decía: "Bien hecho, buen siervo y fiel". Eso realmente me impresionó cuando era un adolescente al pensar que Dios me había dado ciertos talentos de la música y que quería poder usarlos de una manera que Dios pudiera decir: "Bien hecho". Creo que en el centro de todos los compositores cristianos es una comprensión de que Dios nos ha confiado un regalo y lo mejor que podemos esperar es usar ese regalo de una manera que cuando el Maestro regrese, Él pueda decir: "Bien hecho, tú Siervo bueno y fiel, has invertido tu don y tu talento sabiamente para Mi gloria. No lo escondiste ni lo desperdiciaste ni lo enterraste. Lo usaste para mi gloria y no para la tuya. Cuando escribimos una canción nos damos cuenta de que en realidad es mucho más grande que nosotros. Realmente es Dios invitándonos al proceso creativo, por lo que nos convertimos en cocreadores con Él y eso es realmente una experiencia humillante. Una fuente interminable de inspiración para mí es mi esposa Mary Beth y nuestros seis hijos. Mi fe y mi familia están entrelazadas en mi música mientras aprendemos a vivir la gracia de Dios aquí en la tierra.
A veces, las canciones que nacen de una profunda tristeza y dolor pueden traer curación y renovación. "I Will Be Here" es una canción que escribí sobre mi amor y compromiso con Mary Beth después del divorcio de mis padres.
Y ahora es una canción que se ha cantado en miles de bodas.
No hace mucho, Mary Beth y yo estábamos haciendo cola en el Consulado de los EE. UU. En Guangzhou, China, donde todas las familias adoptivas tienen que presentarse para aparecer y reconocer que toda la información que han presentado sobre su hijo es verdadera. Luego le dan una visa para que traiga a su hijo a casa. Estábamos haciendo cola con nuestra nueva hija, María, y todo un grupo adoptivo entró y se puso detrás de nosotros. Un esposo y una esposa que sostenían a una niña china se nos acercaron y nos dijeron: “Hoy estamos en la fila sosteniendo a esta pequeña niña porque vinimos a tu concierto hace tres años y cantaste 'When Love Takes You In'. Ahora aquí Estaremos en China al otro lado del mundo con esta pequeña niña y te agradecemos por eso ”. Solo pensé, Wow, ahora eso es bastante sorprendente. Aquí estamos al otro lado del mundo y esa familia está aquí por el poder de lo que esa canción les comunicó y cómo Dios la usó en sus vidas.
Probablemente lo más alentador y complementario que he escuchado a la gente decir a lo largo de los años es que mis canciones les han dado las palabras cuando no sabían qué decir o cómo rezar, o no sabían cómo expresar cómo se sentían. Entonces, los compositores ayudamos a dar voz a los espíritus de quienes escuchan nuestras canciones. Ese es un regalo increíble que Dios nos ha dado.
Mi oración por ti es que te acerques a nuestro maravilloso Salvador mientras lees la historia detrás de estas canciones.
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